sábado, 9 de mayo de 2020

Ensayo Disbarismo

El término disbarismo implica los cambios del comportamiento de los gases en el cuerpo humano al ser expuesto a cambios de presión barométrica, ya sea ambientes hiperbáricos, hipobáricos y un ambiente al que probablemente solo unos pocos han estado y estarán expuestos, la microgravedad. Casi no prestamos atención a estos cambios porque probablemente no estamos expuestos de manera cotidiana a ellos, por ejemplo, escalar una montaña o bucear, esta situación paso por mi mente hasta que encontré datos donde mencionan que los cambios se pueden presentar incluso, por ejemplo, cuando ascendemos a altitudes no muy elevadas (entre 1500-2000 m), solo que, en su manifestación influyen factores como la aclimatación. Tratare de hacer un breve resumen sobre lo que más me intereso y aprendí sobre disbarismo.

En el ser humano, el cambio en la presión barométrica desencadena una serie de mecanismos fisiopatológicos que, dependiendo de la predisposición de las personas sumado a las características propias de cada ambiente, pueden desencadenar cuadros clínicos cuya gravedad es variable.

Para comprender mejor los cambios fisiológicos debemos tener en cuenta los principios de la física que rigen el comportamiento de los gases; a nivel del mar la presión barométrica es de 760 mmHg, que en términos simples, representa el peso del aire atmosférico que se encuentra por encima, y a medida que aumenta la altitud esta presión disminuye y aunque la presión cambie de acuerdo a la altitud el porcentaje de gases permanece constante: 20.93% O2, 0.03% CO2 y 79.04 de N2. Por otro lado, las presiones parciales si cambian, por ejemplo, a nivel del mar la presión parcial de O2 es de 160 mmHg en cambio en Toluca, a una altitud de aproximadamente 2600 m sobre el nivel del mar y con una presión barométrica de 559 mmHg, la presión parcial de oxígeno es de aproximadamente 116 mmHg, como podemos observar a medida que aumenta la altitud la presión parcial de O2 disminuye; esto nos permitirá comprender mejor lo que ocurre a grandes altitudes.

 

De manera inversa, por debajo del nivel del mar la presión barométrica aumenta de tal manera que, a una profundidad de 10 m, estamos sometidos al doble de presión, los 760 mmHg del aire atmosférico sumados a otros 760 mmHg impuestos por el peso del agua. La ley de Henry nos dice que la cantidad de gas que se pude disolver en un líquido es proporcional a la presión que el gas ejerce sobre la superficie del líquido y esta determina su solubilidad de tal manera que, a mayores profundidades se incrementa la cantidad de gases disueltos en la sangre; la ley de Boyle nos habla sobre la compresibilidad de los gases, a mayor presión el volumen disminuye proporcionalmente y la ley de Dalton nos dice que la presión total de una mezcla de gases es resultado de la suma de las presiones parciales de cada uno de los gases que forman la muestra, a una misma profundidad no todos los gases están sometidos a la misma presión parcial.

 

En el caso de la microgravedad, la tierra ejerce una fuerza de atracción sobre los objetos con masa, y a medida que nos alejamos de la superficie, esta fuerza disminuye, de modo que el peso de los objetos disminuye (no disminuye su masa), esto condiciona una liberación de la carga de peso a nuestros tejidos de sostén, que como mencionare más adelante. condiciona importantes repercusiones en nuestro cuerpo.

 

Ante todos estos cambios nuestro cuerpo tiene la capacidad de responder con mecanismos fisiológicos que en algunos casos permitirán la adaptación (aclimatación), que debo mencionar, requiere de un tiempo para poder establecerse completamente, o en otras situaciones nos llevarán al desarrollo de patologías.

 

Nuestro cuerpo responde a la exposición a grandes alturas con un proceso gradual que intenta minimizar los efectos de la hipoxia, la aclimatación; su primera manifestación es el aumento en la ventilación desencadenado como una respuesta ventilatoria hipóxica, disminuye la cantidad de CO2 que a su vez impone un freno a la hiperventilación debido a la condición alcalina que se está produciendo. Pero para permitir que a través de la hiperventilación aumente el O2, y esta no se vea contrarrestada por la alcalosis respiratoria que conlleva, se pone en marcha el mecanismo compensador renal, mediante la eliminación de iones bicarbonato que permite quitar ese freno al aumento de la ventilación y de esta manera aumentar el O2 contenido en la sangre. Pero esta adaptación requiere tiempo, aproximadamente 4-7 días para llegar a ser eficaz. Paralelamente disminuye el volumen plasmático, debido al aumento de las pérdidas de agua a través de la respiración, diuresis, sudor y la deshidratación que son mayores si aumenta el esfuerzo. Pasado ese tiempo (aproximadamente 7 días) , inician otros mecanismos como el aumento de la eritropoyetina que estimula la producción de hematíes, la disminución del volumen plasmático llega a una meseta, para comenzar a elevarse.

 

Una de las consecuencias del ascenso rápido, es la pobre capacidad de nuestro organismo para adaptarse lo que determina la presencia del mal de altura, en el cual se incluyen el mal agudo de montaña, edema pulmonar de altura y el más grave por su alta mortalidad, pero afortunadamente poco frecuente edema cerebral de altura. Una condición que casi no se menciona en la mayoría de los artículos que contemplan estas patologías, probablemente por el hecho de que se incluye como una manifestación leve del mal agudo de montaña,  es la cefalea de elevada altitud, que se puede desarrollar a altitudes por arriba de los 2,500 m y como su nombre lo indica, presenta como único síntoma cefalea. Los principales factores de riesgo para la presentación del mal de altura son: ascender demasiado rápido, realizar ejercicio físico intenso, antecedentes de mal de altura, antecedentes de enfermedades cardíacas y pulmonares.

 

En el caso del ejercicio bajo el agua, la inmersión a poca profundidad minimiza la acumulación de sangre en las extremidades por el efecto que tiene la presión del agua sobre el cuerpo y de esta manera facilita el retorno venoso hacia el corazón, la frecuencia cardíaca en reposo puede disminuir de 5 a 8 latidos/min, este fenómeno se puede exagerar con el agua fría, además de que aumenta la incidencia de las irregularidades en la conducción cardíaca.

Los principales riesgos para la salud están condicionados por el comportamiento de los gases cuando se desciende y asciende, las tratare de resumir como sigue:

-Efectos de la compresión (por descenso): disminuye el volumen de aire en las cavidades del cuerpo (por la ley de Boyle) y puede condicionar lesiones de oído, rupturas vasculares en los senos paranasales, barotrauma pulmonar; Aumento de las presiones parciales (ley de Dalton), que pueden condicionar intoxicación por oxígeno el cual resulta tóxico si si se respira puro a partir de los 9 m de profundidad, es por esto que los tanques de los buceadores no pueden estar llenos solo con O2, y por ello requieren de una mezcla especial de gases; monóxido de carbono, anhídrido carbónico y el que más llamó mi atención: nitrógeno, este último condiciona un cuadro clínico que es parecido al estado de ebriedad, encontré que también se le conoce como “borrachera por nitrógeno”  que generalmente se presenta cuando se desciende a más de 30 m de profundidad. Y otro efecto, producto del nitrógeno aplicando el principio de la solubilidad de la ley de Henry, es que a mayor profundidad

 

 

 

aumenta el nitrógeno disuelto en sangre y tejidos, que da paso a los -Efectos de la descompresión, al ascender muy rápidamente se forman burbujas de nitrógeno, tisulares o intravasculares que dan origen a la enfermedad por descompresión inadecuada, que puede ser tan grave que condicione un compromiso cerebro medular, es por ello que los buceadores deben ascender de manera gradual con ciertos periodos de descanso para evitar este efecto. Otra de las complicaciones del ascenso rápido, y de manera inversa a como sucede con el aire dentro de nuestros pulmones cuando descendemos (que reduce su volumen por el efecto de la presión), cuando se inspira aire en la profundidad y ascendemos

rápidamente, este aumentara su volumen que puede condicionar ruptura pulmonar (enfisema subcutáneo, mediastino, neumotórax), por lo que al ascender los buceadores deben espirar mientras ascienden a la superficie.

 

En cuanto a la microgravedad sus efectos en el cuerpo están condicionados, como mencione anteriormente, por la liberación de la carga de peso a nuestros tejidos de sostén, estos efectos se han comparado con los producidos a causa de la inactividad física o abandono del entrenamiento, entre ellos están: disminución de la síntesis de proteínas resultando en una atrofia muscular, esto a pesar de que en microgravedad no hay como tal una falta de movilidad, como la que observamos cuando alguien es enyesado o en los estudios en los que se deja a las personas recostadas por largos periodos de tiempo, si no que llevan a cabo actividades libres de la carga que impone el peso, la cual es un importante estímulo para la síntesis de proteínas en el musculo, y cuyo efecto también aplica al hueso, ya que en este tejido la disminución de la carga condiciona degeneración esquelética y pérdida de calcio. En el sistema cardiovascular ocurre una disminución del volumen plasmático debido a que en los primeros días en micro-gravedad aumenta el retorno sanguíneo al corazón condicionando un aumento pasajero del gasto cardíaco y tensión arterial y como mecanismo compensador el riñón elimina el volumen excedente, a esto se le conoce como “diuresis de la tensión arterial”, este fenómeno condiciona problemas cuando regresan a las condiciones que impone la gravedad, ya que se presenta hipotensión ortostática. Algunos de estos problemas pueden atenuarse con programas de actividad física durante su estancia en micro-gravedad. Al respecto de este apartado, hace algunos años, vi un vídeo donde los astronautas llegaban a la tierra tras 6 meses en el espacio, y eran ayudados para salir de su capsula, los cargaban y eran transportados en sillas de ruedas, no entendía por qué no podían caminar por su cuenta, pero ahora entiendo por qué.

 

Sin duda es un tema bastante amplio y hablar de los mecanismos que se llevan a cabo en nuestro organismo para compensar los cambios ocasionados por los diferentes ambientes a los que hemos hecho referencia es complejo, pero permite integrar de una manera práctica nuestros conocimientos sobre fisiología, que, en mi caso, me vi obligado a repasar fisiología para entenderlo mejor. Resulta para mí, bastante interesante este tema, aunque entender del todo los principios físicos de los gases me costó un poco de trabajo, además es poco lo que aprendimos sobre disbarismo en nuestras clases de fisiología, ya que es un tema poco o nada abordado. Ahora que conozco todos estos procesos, deseo tener la oportunidad de ponerlos en práctica algún día.


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